Por Andrés Tabera
Para que cualquier propósito llegue a un buen fin no hay duda de que se deben de dar la conjunción de muchos factores. La verdad que en este particular proyecto el comienzo no pudo ser mejor.
Por una parte, el piso en sí mismo. Aunque este se encontraba en un estado original descuidado y con una distribución típica del segundo ensanche bilbaíno, ofrecía unas condiciones muy interesantes. Especialmente sugerente resultaba la fantástica orientación: sur-este en la fachada principal y terraza incluida; oeste en la fachada del patio.
Por otra parte, y verdaderamente los más importante, unos clientes que por encima de todo eran y son grandes amigos. Una ecuación casi perfecta a la que también contribuyó Olatz Trojaola, decoradora y coordinadora de gremios que hizo todo más fácil y eficaz.
Proceso de obra: febrero a junio 2019. DG arquitectura©
El objetivo principal era hacer todo lo posible para enfatizar la luminosidad de la zona común del hogar, siempre con una buscada neutralidad en sus colores y formas. ¡Y qué oportunidad más bonita aparece cuando es el propio cliente quién te dice que trabajes con la luz natural y las posibilidades que ofrece!
Cartas RAL. DG arquitectura©
Es en este punto donde la importancia de los dos planos que articulan la propuesta cobra todo su sentido. El plano principal de más de 10 metros de largo y orientado de este a oeste es el encargado de ofrecer una amplia superficie para que la luz natural se divierta dentro de la vivienda. Su proporción eminentemente horizontal favorece el contraste y los múltiples matices del amanecer, entre una luz más cálida al este y más apagada al oeste. Mientras, los atardeceres ofrecen su juego contrario, más neutro en la zona de estar al este y más luminoso en la estancia de la cocina al oeste. Asimismo, este gran plano conecta y dinamiza la zona común de la vivienda articulando y favoreciendo la continuidad espacial entre el salón-comedor y la cocina. Mientras, el segundo plano, de 4 metros de largo y perpendicular al primero, es el encargado de acotar la entrada y confinar el espacio del salón. Aparentemente secundario, pero igual de relevante. Un plano no se entendería sin el otro. Con todo, el juego entre ambos planos perpendiculares y su ilusoria intersección espacial son los silenciosos protagonistas del hogar.
Cartas RAL. DG arquitectura©
Son ellos, los planos, y también el color elegido para los mismos. ¿Es gris pizarra la pared? ah no espera es, ¿azul Egeo? ah no espera, es… pues depende de qué hora del día sea y qué día haga. Es en el recorrido de la zona común entre esas dos direcciones donde la luz natural matiza, acentúa e incluso disuelve suavemente su contrastado color. Así este espacio sensible a la luz natural y sus variaciones caracteriza la propuesta.
Dos planos. DG arquitectura©
El resto de decisiones vienen dadas por esta idea inicial. La tarima de marcada veta y apagado color se combina con el resto de tonalidades suaves y en las que el blanco de paredes y techos potencia la sensación de espacialidad interior. Incluso la cocina se pliega a esa voluntad de elemento secundario con una tonalidad suave. La elegancia de la piedra natural elegida para la encimera es, con su textura y diferentes matices, la encargada de singularizar y caracterizar este espacio.
Cocina GJOB14. DG arquitectura©
El resto son detalles, aunque no por ello menos importantes. La estantería de suelo a techo que hay en la entrada se diseñó para privatizar y diferenciar el vestíbulo de la zona de estar. Sus materiales, lacados en blancos y de la misma madera utilizada para el suelo, se mimetizan en una misma atmósfera neutra. Su geometría permite que distintos elementos domésticos colonicen sus huecos a la vez que, favorece la sensación de luz y permeabilidad desde el primer momento que se accede al hogar.
Acceso al hogar. DG arquitectura©
Otro detalle a destacar hablando de la luz natural, es la importancia que se otorgó a la luz incluso en el baño principal. Como suele ser habitual el baño original no gozaba especialmente de iluminación natural. Es por ello, que se diseñó un pequeño detalle de iluminación donde la zona de ducha parece quedar bañada por luz cenital.
Luz «cenital» en el baño principal. DG arquitectura©
Los detalles de diseño también están en el mobiliario escogido. Especialmente en el comedor dónde la mítica luminaria del diseñador danés Poul Henningsen y su icono PH5 convive con la mesa Diamond de comedor diseñada por Patricia Urquiola; y ambos destacan con su particular elegancia con el plano azul de fondo… o ¿era gris?
Comedor: PH5 + Diamond. DG arquitectura©
El resto de fotografías de la reforma las podéis encontrar dentro de ARQUITECTURA.
Lo dicho, ¡gracias, gracias y gracias a GJOB por haber sido partícipes de esta maravillosa experiencia!
Equipo DG arquitectura Bilbao: Iñaki, Laura y Andrés. DG arquitectura©