Por Andrés Tabera e Iñaki Alonso
El encargo nace de la necesidad de reformar una nave industrial existente situada en Erandio, concretamente en la margen derecha de la ría del Nervión, para adecuarla como espacio físico a la práctica del CrossFit.
Imagen de marca para ALLIRON CrossFit. DG arquitectura©
El proyecto responde, primero, a la necesidad de encontrar una identidad propia asociada tanto al tipo de enteramiento propuesto como a la localización y la significación del lugar. Es por ello que el nombre de la marca incide en la actitud activa y entusiasta con la que se debe afrontar el entrenamiento diario dentro del box, pudiendo ser leído de una manera doble: ¡ALLIRON! en clara alusión a la historia de la minería vizcaína cuando tras picar y picar encontraban el preciado mineral; o ALL IRON, por separado, reforzando el carácter de fuerza y acondicionamiento físico total asociado a esta modalidad de entrenamiento tan popular actualmente.
Espacios deportivos del Box. DG arquitectura©
La idea del nombre y su carácter intencionalmente ambiguo se refuerza con el diseño del Isologo y la elección de una paleta de colores que hace destacar ese carácter activo y necesariamente entusiasta en la práctica del CrossFit. De la propia geometría del Logo, nace también la señalética que define el programa de usos.
En segundo lugar, esta identidad de fuerza y convicción es también aplicada al espacio físico de la propia nave. Especialmente relevante es la resolución de un pequeño programa de equipamiento que da servicio al espacio deportivo y se sitúa de manera compacta en el acceso de la nave. De este modo, los baños, el espacio de espera, el espacio de información, la sala de nutrición y fisioterapia… se distribuyen en un volumen sólido y muy definido a través del color, liberando con ello el máximo de espacio dentro de la nave para la práctica deportiva.
Fotos finales de obra. DG arquitectura©
Dentro del volumen de equipamiento es especialmente relevante la importancia del eje de distribución y su alusión al color naranja como dinamizador de la actividad. Son pocos los segundos que el usuario pasa por él, pero suficiente para que este recorrido anime y dinamice el uso y disfrute del espacio deportivo. Obviamente la fuerza de estos espacios de paso se mitiga en otros espacios de espera donde la neutralidad del blanco y/o la gama de grises ayuda a que el box no sea simplemente un espacio donde practicar CrossFit, sino que también sea un espacio de disfrute y comunidad.