DE VUELTAS Y EQUILIBRIOS

Por Miguel Ángel Díaz Iturriaga

Tesorero COAVN en Navarra

Ayer, 28 de octubre se publicó la siguiente reflexión en el Diario de Navarra. Compartimos el texto escrito. Dice así: Periódicamente se habla del tema. Aún más: recurrentemente la vivienda es el tema de conversación de unos y otros. Se trata de una de esas grandes cuestiones que comprenden algunas de las más importantes preguntas de la sociedad actual: el sentimiento de propiedad, la intervención o no de la Administración en el proceso, la atención y el cuidado de la naturaleza, la incorporación de la tecnología, el envejecimiento de la población…

Navarra es, cómo no, un reflejo de ello, y los periódicos escriben artículos a vueltas sobre la necesidad de vivienda social; a vueltas sobre la vivienda en alquiler; a vueltas sobre la vivienda para uso vacacional; sobre la altura de los edificios en los nuevos planeamientos; la accesibilidad a la vivienda, tanto económica como física; la rehabilitación de las viviendas y sus subvenciones; la mezcla de distintos usos en los edificios y en los barrios; la incorporación del uso residencial en las plantas bajas de edificios existentes; y a vueltas con la pobreza energética y la generación de un parque de viviendas de consumo casi nulo…

A menudo vemos en esos artículos un tinte negativo, un cierto sensacionalismo que incide y se ensaña en los problemas. Y es por ello que hoy, cuando se nos invita al Colegio Oficial de Arquitectos Vasco Navarro (COAVN) a escribir un artículo de opinión en torno a la vivienda, nos gustaría darle un giro a la cuestión.

Soy optimista. Soy un arquitecto optimista. Veo en los problemas una oportunidad de mejora y creo que los arquitectos son profesionales formados para asumir los diferentes retos a los que nos enfrentamos; no solos, por supuesto: se trata de una labor multidisciplinar que necesita de la implicación de todos los agentes del sector.

En mi opinión, los retos solo se podrán resolver buscando un equilibrio entre la construcción de vivienda nueva y la rehabilitación de edificios existentes, un cuidadoso equilibrio entre la construcción de vivienda pública y privada, así como la de carácter social y libre. Este equilibrio también habrá que conseguirlo entre la construcción medioambiental y su inversión inicial, entre el uso de métodos y tecnologías avanzadas (BIM, LEAN, y otros tantos) y su velocidad real de implantación en todos los agentes.

Como ya he esbozado, el futuro inmediato del sector tiene el reto de buscar el equilibrio, y si bien este depende, de algún modo, del color político y de la situación socioeconómica del momento, tengo la convicción de que en lo fundamental todos nos pondremos de acuerdo. Los edificios y su construcción buscarán su sostenibilidad medioambiental, verificando consumos casi nulos y procesos constructivos muy respetuosos. Las nuevas tecnologías aparecerán en todos los procesos (creación, construcción, venta y mantenimiento) y al mismo tiempo seguirán mutando, cambiando tanto que no podemos imaginar qué nos depararán. Y cada vez más el peso del sector vendrá dado por la rehabilitación y la mejora de las viviendas ya construidas.

La vivienda tenderá naturalmente a ser tecnológicamente responsable, impecable en sus procesos, absolutamente comprometida con la sociedad y el medio ambiente, tanto en su creación como en su consumo posterior, y suficientemente flexible como para adaptarse a las diferentes edades, a las diferentes necesidades.

Y todos los profesionales del sector sabremos estar a la altura.

 

Viviendas en Berrioplano, Pamplona. DG arquitectura©

 

2019-09-06T13:33:29+00:00 29 octubre 2018|Sin comentarios